Y debido a las circunstancias que los habían llevado al lugar donde se encontraban ahora (ese amor loco, loco como pocos), ella había llegado a conocerlo de una manera increíble.
Había logrado lo que pocas : llegar a su corazón.
Siempre supo comprender sus locuras y hacer que su diversión hablara el mismo idioma.
Ella llegó a saber reconocer en su mirada sus pensamientos, aprendió lo que a él hacía enojar, sonreír, divertir, lo que lo hacía poner de mal humor, lo que le aburría, lo que a él molestaba.Descubrió, de a poco, qué palabras el quería escuchar, dónde le gustaban los besos y en qué momentos debía darle abrazos sin que él los estuviera esperando.Y es así, como ella sabe como hablarle con la mirada, como pedirle un beso con sólo acercarse a él. Entiende cuando tiene que dejarlo solo, cuando se cansa de la gente. Sabe cuando es el momento justo de una caricia y unas palabras de amor.