viernes, 22 de julio de 2011

Día 22 ~ Alguien ya fallecido con quien me gustaría volver a hablar.

Soy de las personas que creen que venimos a esta vida con una misión, y que cuando esta se cumple, ya no tenemos más nada que hacer aquí, ya que aprendimos lo que teníamos que aprender e hicimos lo que teníamos que hacer en nuestra vida. Naturalmente no todos tienen ese pensamiento. Cada uno de nosotros tiene sus creencias, y su propia filosofía de vida. ¡Y eso es lo mejor que puede pasar! La diversidad de ideas, de pensamientos, es lo que hace que cada persona sea un mundo, que sea divertido e interesante conocer cada uno de esos mundos.  Pero yo elegí tener ese pensamiento, que no por eso significa que sea el correcto, o el ideal. Pero es el que más va de la mano con mis ideales y mis pensamientos. Cuando una persona querida se va de este mundo, es normal que duela, y que a veces cueste superarse. Pero pienso que es porque ya cumplió esa misión. Tal vez algún día la vuelva a ver, tal vez no…tal vez siempre estuvo a mi lado. Me gustaría poder hacer como en las películas para viajar al pasado, y encontrarme con esa persona para poder hablar con ella. O viajar a otra “dimensión” y encontrarla, y después volver, y seguir con mi vida normal. Si mágicamente me pudiera ganar un pase para poder charlas con esa persona, yo necesitaría dos pases. Sería una experiencia fuerte, y única, llena de amor. Me gustaría poder dar abrazos, pedir perdones, decir palabras de amor..Es que era muy chico cuando se fue. Naturalmente, fue el ciclo de la vida, pero yo lo amaba, lo adoraba, lo amo, lo adoro. Cuando estoy en tiempos malos, siempre le hablo, y sé que me escucha, aún así no me pueda responder, yo lo siento. Acá, en mi corazón. El vive ahí, yo lo sé. Y sí, casi ya pasaron 5 meses desde su ausencia, pero yo no noto que esa cantidad de tiempo haya transcurrido. Porque para mí, fue ayer el día en que hacíamos los bolsos, y esperando todas unas vacaciones para vivir a su lado. Sí tuviera que pedir perdón, sería por no haber pasado tanto tiempo con el, pero nadie podía ayudarlo, solamente mi mamá, ¿ Que quieren que haga yo?, no podía, no.. Era normal que peliemos  mucho.. Aún así, pedirle perdón. Todavía siento sus abrazos, sus palabras, sus gestos… lo extraño como a nadie. Sufrí mucho cuando se fue, a cierto punto que me va a llevar años superarlo, en fin, Era mi hermano…pero hoy sé que sea donde se que esté, esta bien. Yo lo siento, dentro de mí. Y si pudiera hablar con el, solo necesitaría decirle tres palabras: te amo tanto. El resto, serían todo abrazos, y sonrisas. No tendría que decirle que estoy bien, porque el es un ángel que me cuida, y más que nadie, sabe que estoy bien.
Todos sabemos que llegará el día en que una madre, abuela, hermano o padre fallezcan.. Es algo doloroso de pensar, pero sabemos que por el ciclo de la vida, es normal que las personas que tienen más edad, se vayan antes que vos. Y tarde o temprano lo pasaremos. Pero hay algo que te sacude el mundo, que te da vuelta todo, que te cambia por completo. Y eso es, cuando un hermano se va. Debe de ser uno de los peores dolores de la vida. Algo que nunca te esperas. Y más cuando sucede de un día para el otro. Te enojas con la vida, con Dios, con todo. Decís y pensas que es una injusticia. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué a el? Y miles de preguntas más. Todos crecimos, todos tomamos rumbos distintos, todos vivimos nuevas etapas, nuevas cosas, y el no. El se quedó ahí, con sus 8 años, con toda una vida y proyectos por delante.  Y se fue. Y el tiempo pasa, y los meses, se van convirtiendo en años. Y vamos creciendo, madurando, y pasamos a vivir etapas distintas. Y hoy, cada uno de nosotros tomo un camino distinto, pero a pesar de eso, el sigue a nuestro lado. Al lado de cada uno de nosotros. Y si vino en esta vida con alguna misión, estoy segura de que esa se cumplió, porque a esa persona le dejo una enseñanza muy grande. Muchos conocemos la frase “vive cada día como si fuera el último”, ¿pero realmente le hacemos caso todos los días a esa frase? Nos enojamos, nos peleamos con gente, decimos y hacemos cosas de las cuales nos arrepentimos luego. Pero no nos damos cuenta de lo corta que puede ser la vida, ni de la importancia de aprovechar cada momento que se nos regala, y disfrutarlo. Nos quejamos muchas veces por pavadas, cuando tenemos un sol afuera que nos llena de energía. Tenemos todo un mundo para recorrer, tenemos millones de personas para amar, y cada minuto para disfrutar. Pienso yo que la vida es un regalo, y tenemos que saber valorarlo a cada instante. A el, le digo gracias por el aprendizaje que dejó en cada uno de nosotros, por unirnos en su momento, por la manera en que ahora, vemos las cosas.
Y sin embargo hoy, lo extraño, pero no estoy triste. Hoy sonrío, porque se que está bien, rodeado de amor y de paz, y de que nada malo les puede pasar. Está cuidándome y dándome tranquilidad, de que todo está bien. Está conmigo, en mí.



                                                                                                                                                                               Hasta siempre.

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